lunes, 29 de junio de 2015

La linde entre el invierno y la primavera.

En lo más profundo de este océano de escombros, de esta selva artificial, se esconde una pequeña flor, más frágil que ninguna, pero que se niega a dejarse marchitar.
Erguida, alzando sus pétalos hacia el cielo, espera observar el sol, o quizás las estrellas. Lo importante es saber encontrar lo hermoso que se esconde tras ello.
Quiere rebelarse, ansía luchar contra cualquier tipo de opresión. Pero no comprende hacia dónde debe enfocar su rabia, pues el bosque entero siempre supuso un ambiente hostil en su totalidad.
Y, entonces, algunos brotes comienzan a surgir a su alrededor, la rodean, danzan junto a sus raíces y, en ocasiones, se enredan con ellas de tal modo que nadie podría decir a ciencia cierta si tratan de abrazarlas o de atarlas.
Y, ahora, la pequeña flor teme perder sus pétalos, o verse desprovista de la luz necesaria para vivir, acabar sumida bajo las sombras que amenazan con cubrirla por completo. Pero, ¿quién sabe qué ocurrirá? También cabe la posibilidad de que los brotes no signifiquen si no el comienzo del repoblamiento de aquel bosque marchito en el que la pobre llevaba tanto tiempo, sola y olvidada.
Y nadie sabe si lo más correcto sería permanecer firme... O quizás dejarse mecer por el viento.

2 comentarios:

  1. Figura que observa desde la tristeza,
    cobijada en la sombra de aquel olivar;
    aguardas algo que no volverá a pasar,
    ¿Por quién esperas,
    alma solitaria, en este remanso de paz?
    En estado de vigilia deseas permanecer,
    pero apunto de caer en brazos de Morfeo estás,
    esperando no volver a despertar jamás,
    pues es la única forma de lograr
    encontrar aquello que por siempre has perdido,
    ¿Un amigo, un familiar?
    Aquel que eternamente descansa bajo la sombra del olivar.
    Espero que el viaje por tierras de Hypnos sea de tu agrado,
    y encuentres aquello que deseas hallar;
    intenta ser feliz mientras duermes,
    entretanto, el viento sus suaves caricias te dará.
    Pero deja que te diga algo, pequeña alma desolada:
    de los sueños siempre se ha de despertar,
    y allí no encontraras nada más que a la soledad,
    al cobijo de la sombra de aquel olivar.

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  2. Hola, Sally. Esta es la primera vez que leo tu blog y por ende, este es el primer texto tuyo que me permito leer.
    Es magnífico y en más de una oración me pareció encontrarme.
    Hace poco me uní a esto de los blogs, pero estoy encontrando una gente maravillosa que escriben cosas de otro mundo.
    Espero poder seguir leyendo más como esto!
    Un beso grande

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